Entrevista a Julio Vegas, profesor de soldadura

En este entrada queremos ponernos en la perspectiva del monitor, de esa persona que está con los alumnos-trabajadores día a día viendo cómo evolucionan en el aprendizaje de un oficio. Son dos de los alumnos del módulo de soldadura, fabricación y montaje de elementos metálicos los que realizan la entrevista a su profesor, Julio Vegas.

Alumnos: ¿Por qué te dedicas a la enseñanza?

Julio: Me dedico a la enseñanza porque es un tema  que siempre me ha gustado; siempre he estado con  grupos,  ya que también  soy  entrenador y, en fin, que me gusta estar  con  los  colectivos y al mismo tiempo poder educar, lo que  va  un poco ligado a la  enseñanza:  preparar  personas que  se  puedan  gobernar  por  sí  mismas  para  que  no les  gobiernen  los  demás.

A: Dentro del sector  del metal  ¿qué tarea realizas  más  cómodo?

J: Pues yo me  encuentro muy a gusto con lo mío:  la  calderería y  la  estructura,  que me  parecen  algo apasionante y muy digno de hacer. Trabajar con el  hierro hace  que te  vayas  metiendo en  este  tema  y que  te  guste,  al ir  conociendo y aprendiendo, ya que todo el  mundo tiene  que  estar  aprendiendo   hasta  el  fin  de   los días.

A: ¿A qué  edad  comenzaste?

J: Pues empecé  hace tiempo. Al  mismo  tiempo  que estudiabas practicabas en talleres.  Ibas  un poco de  pinche haciendo trabajos no muy  importantes. Antes el esfuerzo  estaba  de  moda  y  no como ahora vosotros, que tenéis  casi  todo  hecho.

A: ¿Cuándo  descubriste  tu  vocación  por  el   metal?

J: Pues  yo creo   que  desde pequeño. Empiezas haciendo  oficialía  y  vas  cogiendo  interés  por  lo que   haces al ver como  te  queda,  sobre  todo   en  la  calderería  que,  como os  digo,  es  de dar  a la  cabeza. Se hacen muchas cosas dentro del mundo  de la calderería,   desde  que empiezas a cortar  la chapa, cuando  empiezas a  formarla hasta  que  ves el acabado final. Es  muy entretenida.   Te vas metiendo,   vas haciendo las  cosas  bien, vas aprendiendo y entonces  cada vez te gusta más.  Es lógico, es como en  casi  todos  los  oficios. Yo siempre digo que hacer  lo que  te  gusta es  libertad  y que te guste  lo que  haces  es felicidad.  Yo  de alguna  manera  reúno las  dos  condiciones.

A: ¿Qué tal  la experiencia de ser  profesor?

J: Para  mí  es muy gratificante. Aquí vienen chavales de  la  primera escuela de vez en cuando a verme, o  me llaman por teléfono;  gente ya  con hijos.  Antes,  afortunadamente, casi todos  salían y se metían en  lo que habían aprendido. Hay chavales que están en el metal de  la  primera  escuela. Ahora es  mucho más  complicado,   porque antes  nos  llamaban  de  treinta  empresas  para  ver  si  podíamos  colocar alguno y ahora infelizmente no te  llama  casi   nadie. Uno a lo sumo.  Siempre se coloca  alguien, pero es mucho más difícil que antes.

A: ¿Ha cambiado mucho la forma de trabajar de antes a la de ahora?

J: De antes de entrar a  la escuela  sí…  Las máquinas de antes  son prácticamente las mismas que las de ahora, pero antes  cuando  hacías  una  virola  había  que  aplanar con   el  mallo,   protecciones  por  todos  los  sitios,  la verdad es que ha  cambiado bastante. Ahora ya  vienen  las  chapas  casi  cortadas.  Ya  no tienes que  hacer  prácticamente  desarrollos.  Ha  cambiado  mucho. Antes era  mucho  más  artesanal  y ahora  es  mucho   más  mecanizado,   aunque  la soldadura  sigue  siendo  la  misma.  Sigues  haciendo  lo mismo. Los montajes son  iguales.  Con  otras  medidas de seguridad,   pero   lo   que  es  el comportamiento   del  trabajador  dentro del   montaje es lo  mismo. Hay que  subir,  evidentemente con arnés. El  montaje prácticamente a cambiado muy poco. En  el   taller  están todos  los  trabajos  más  mecanizados,  pero   básicamente  lo que  os  digo,  era  mucho   más  artesanal que ahora.

A: ¿Eres muy estricto con tus  chavales?

J: Pues ahora  mismo estoy  con dos  de ellos  haciendo esta entrevista  y ellos  lo pueden decir.  Soy  el antídoto de  todo. Cuando me enfadáis,  sabéis  como me ponéis  y  cuando estoy   bien  pues…  pero  es que  la  culpa  no la tengo  yo.   Sabéis  lo que tenéis  que  hacer y  a veces  no lo hacéis. Hay que  seguir  unas  normas,  hay  que  seguir  unos  dictámenes  que hay que hacer. Yo sé  que  al final  vais  hacer, vais a poner  todo  de  vuestra  parte para hacer las  cosas bien  ¿no?. Sobre todo en conducta  ¿no? . En conducta hay que mejorar mucho. Hay alguno al que se le escapa  alguna  cosilla  y  demás,  pero muy bien.  Yo creo   que  no soy estricto,  pero cuando estás  en  la  enseñanza tienes  que  tener  una  poco de  mano  izquierda,  saber  dónde llegar,  conocer  al alumno.  Todos  no  sois  iguales y  eso implica  una  labor  un poco más psicológica que de la  propia  enseñanza  como tal.

La entrevista en vídeo se puede visualizar aquí: http://youtu.be/oNmK3n5-BDU

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